Santo Domingo.- Seguridad y economía son las palabras que podrían definir el nuevo servicio de transporte en motocicleta denominado “UberMoto”, el cual se solicita a través de la aplicación “Uber” que se descarga en los celulares inteligentes.
Los pasos para solicitar el servicio de UberMoto son los mismos que para pedir los demás servicios de taxi que Uber ofrece en el país desde el 2015: indicar el punto de partida y destino en la aplicación, seleccionar si desea pagar el servicio con la tarjeta o en efectivo y finalmente seleccionar la opción “pedir Uber”.
El recorrido
A las 12:34 de ayer fue pedido un UberMoto desde el Ensanche Miraflores hasta el Jardín Botánico.
A través de la aplicación se muestra el tiempo que durará el UberMoto para llegar al punto de partida, e indicaba que duraría unos siete minutos, pero solo pasaron cinco cuando se observó al motociclista con un chaleco y casco protector que lo identificaban.
“Buenas tardes señor”, fue la primera expresión del conductor de la motocicleta, quien completó el saludo identificándose y confirmando el nombre del usuario.
Con su mano derecha entregó el casco protector de color verde e identificado con el nombre de Uber al pasajero y le pidió de favor colocarse el casco antes de montarse en la motocicleta.
“La aplicación me indica que vamos para el Jardín Botánico, el mapa me pone una ruta para llegar, pero si tiene alguna ruta alterna puede decirme y nos desviamos por donde se sienta más cómodo”, dijo el conductor.
A las 12:42 de la tarde inició la marcha con destino al Jardín Botánico, y se decidió seguir la ruta que mostraba el mapa de Uber.
El conductor de la motocicleta se mostró muy conversador y en voz baja dijo: “He realizado varios viajes hoy, salí a hacer una diligencia y prendí la aplicación de Uber y ahí vi que estaban pidiendo un servicio cerca de donde estaba y decidí venir”.
El conductor de UberMoto debe actuar, en ciertas circunstancias, con la mentalidad de que va conduciendo un vehículo, pues debe esperar a que los que estén delante avancen para poder seguir el recorrido, pero esta regla fue olvidada por el conductor.
En cuestión de segundos llega el MotoUber al primer semáforo de la avenida 27 de Febrero, y dobla a la derecha siguiendo las instrucciones del mapa.
Queja
Sin pensarlo, el conductor externa el problema que hasta ese momento había detectado y que considera afecta a los conductores: lo barato que son los viajes. La tarifa que cobra UberMoto por viaje, al igual que los servicios de taxi que ofrecen, es por tiempo y distancia, pero para el conductor los beneficios no son muy buenos, pues eso fue lo que detectó en su primer día de trabajo.
El recorrido continuaba y las preguntas iban surgiendo a medida que el muy conversador conductor contaba cómo le había ido en los cinco viajes que realizó antes.
Contó que una de las reglas de UberMoto es que solo pueden montar niños de 10 años en adelante.
A diferencia de los sindicatos que agrupan a los motociclistas tradicionales, quienes deben pagar los cascos que usarán cuando la nueva Ley de Tránsito se implemente, el conductor dijo que UberMoto le proporciona un casco protector de forma gratuita a los conductores para que sea usado por el pasajero, aparte del que tienen.
Hace dos semanas, expresó el conductor, realizó el procedimiento para pertenecer a UberMoto: licencia de conducir, tener una motocicleta con todos sus documentos al día y que sea del 2009 en adelante, que la motocicleta tenga sus retrovisores y esté en buenas condiciones, además de que fue sometido a un examen.
Contó que le explicaron cómo debe conducir y todas las reglas que debe respetar, pero al parecer se le olvidó una primordial, pues miró a la izquierda y a la derecha, observó que no venía ningún vehículo y continuo el viaje estando el semáforo en rojo.
El conductor se dio cuenta que la infracción fue observada por el pasajero y pidió disculpas. Después continuó el viaje hablando de sus recorridos anteriores.
A las 12:53 de la tarde a la derecha estaba el punto de destino: el Jardín Botánico. El conductor preguntó en qué lugar podía dejar al usuario, quien con la mano derecha apuntó a la entrada del parque.
El viaje terminó. El chofer saca su celular del bolsillo y dice que la tarifa hizo RD$82, y que el dinero fue descontado de la tarjeta, pues esa fue la opción elegida.
El conductor ayuda al pasajero a quitarse el casco protector y con un apretón de mano al usuario le agradece por elegir UberMoto y le desea un feliz resto del día.