San Francisco de Macorís, República Dominicana.- Durante la solemne misa del Jueves Santo en la catedral Santa Ana de San Francisco de Macorís, la diversidad cultural se convirtió en el centro de atención, generando emociones encontradas entre los fieles católicos presentes.
Bajo la presidencia del obispo Alfredo de la Cruz Baldera, la comunidad católica se congregó para celebrar uno de los momentos más significativos de la Semana Santa. Sin embargo, la tradicional presentación de la ofrenda tomó un giro inesperado cuando se entonaron cánticos en creole y varias mujeres haitianas participaron llevando los frutos.
Esta inclusión cultural provocó reacciones diversas entre los asistentes, algunos expresaron sorpresa y admiración por la diversidad presente en la iglesia, mientras que otros manifestaron su incomodidad y descontento ante lo que consideraron una alteración de las tradiciones religiosas.
La diversidad cultural en el ámbito religioso ha sido tema de debate en diversos sectores de la sociedad dominicana, reflejando la complejidad y riqueza de la identidad nacional.
Las autoridades eclesiásticas no han emitido comentarios al respecto, mientras que los fieles continúan reflexionando sobre el significado de la inclusión y la diversidad en la práctica de la fe.
La misa del Jueves Santo en la catedral Santa Ana de San Francisco de Macorís se convierte así en un punto de encuentro y reflexión sobre la convivencia de distintas culturas en el contexto religioso dominicano.