Perry, Florida – El huracán Helene ha cobrado la vida de al menos 44 personas y dejado una estela de devastación en Florida y otras regiones del sureste de Estados Unidos. La tormenta, con vientos de hasta 225 km/h, golpeó principalmente el área rural de Big Bend, rompiendo árboles gigantes y destruyendo viviendas. Entre las víctimas se encuentran tres bomberos y una madre con sus gemelos recién nacidos.
Los daños se extendieron a lo largo de varios estados, dejando sin electricidad a hospitales en Georgia y generando inundaciones extremas. En el noreste de Tennessee, 54 personas fueron evacuadas de un hospital cuando el agua inundó las instalaciones.
El huracán también provocó tornados y récords históricos de lluvias en Atlanta, donde se registraron más de 28 centímetros en 48 horas. Mientras tanto, comunidades en Florida, Georgia y las Carolinas continúan las labores de rescate y evaluación de los daños.
El cambio climático ha sido señalado como un factor que intensifica estas tormentas, que se desarrollan rápidamente en aguas cálidas, como lo demuestra la creciente frecuencia y magnitud de estos fenómenos en los últimos años.
El presidente Joe Biden expresó sus condolencias y aseguró que los esfuerzos de rescate continuarán con el apoyo de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).