SANTO DOMINGO.- El expresidente Hipólito Mejía negó haber actuado al margen de las leyes en el caso en la construcción de dos obras a cargo de la empresa brasileña Odebrech.
En un discurso difundido en la noche de este lunes por una red de medios, criticó que a casi dos meses la ciudadanía no haya recibido una explicación convincente de los resultados de las investigaciones.
Aseguró que estaría en disposición de retirarse de la política y entregar su patrimonio al Estado, si alguien “puede demostrar de manera cierta y veraz” que él o su familia cometieron actos de corrupción.
Mejía explicó que durante su mandato del 2000 al 2004 hubo dos contratos que involucraron a la empresa, que fueron el del Acueducto de la Línea Noroeste y el de la presa de Pinalito. Detalló que el contrato del acueducto fue aprobado el 7 de octubre de 1999 en el gobierno del expresidente Leonel Fernández por un monto de US$129 millones que se elevó a US$141 millones, debido a cambios que se le hicieron para mejorarlo y llevar agua a más comunidades, y que correspondió al siguiente gobierno, de Fernández, culminar la obra. Sobre la presa de Pinalito, indicó que se hizo una invitación a varias empresas.
Expuso que el proyecto involucró dos préstamos: el primero con el Banco Nacional de Desarrollo y Social de Brasil, por un monto de US$101,460,000.
El otro préstamo, explicó, se hizo con ABN AMRO Bank, de Holanda, por un monto de US$30,260,000, por lo que el monto aprobado para el proyecto fue de US$131,720,000.
Hipólito Mejía afirmó que durante su gobierno no se desembolsaron fondos para la central hidroeléctrica de Pinalito.
El exmandatario sostuvo que la prudencia le aconsejó no iniciar la ejecución de la obra por considerarlo inoportuno en medio de la campaña electoral de 2004.
Dijo que en el país hay un largo rosario de casos de corrupción que han sido soslayados, y acusó al PLD de cubrir con un “manto de impunidad” ese actos, mediante el control de la justicia, para asegurar el blindaje a los funcionarios.