Santo Domingo.- Bethania Antigua, quien padeció una severa depresión a raíz de que su hijo se suicidara en su segundo intento a la edad de 17 años, advirtió que padecer esta condición es una sensación tan devastadora que se asemeja a estar en el infierno.
“Yo también iba camino a hacerlo porque no concebía que mi hijo se quitara la vida. De hecho si yo no hubiera recibido ayuda psiquiátrica, no estuviera aquí contándola”, dijo sobre la depresión que la colocó en una situación en que nada le importaba, a tal punto que se descuidó con sus otras dos hijas.
Antigua llegó a estar ingresada y recibió incluso terapia electroconvulsiva que le ayudaron a superar la depresión en que cayó por alrededor de dos años.
Recordó que el psiquiatra que asistió a su hijo tras el primer intento de suicidio alegó que estaba apelando al “chantaje” para llamar la atención y que su intención real no era quitarse la vida, ya que en esa primera oportunidad había usado un método al que habitualmente suelen recurrir las mujeres.
“Yo tengo amigos de mi hijo que también debieron ir a terapias por mucho tiempo, porque él no era antisocial, era un muchacho muy alegre. Y la primera vez que me dijo que se sentía depresivo, inmediatamente busqué ayuda”, añadió.
Ese episodio en su vida llevó a Antigua a crear hace dos años la Fundación Alam Cabrera, llamada así en honor a su hijo, y desde la cual ahora brinda apoyo a potenciales suicidas. “Estamos tratando de que no se pierda una sola vida por suicidio debido a la falta de una asistencia oportuna”, indicó.
La entidad ya tiene un local, consultorios instalados con el apoyo del Ministerio de Salud Pública, redes de apoyo a personas con ideas suicidas y contemplan próximamente un call center para dar seguimiento a los pacientes bajo tratamiento.
Antigua destacó la importancia de hablar con las personas afectadas por depresión, además de una intervención profesional oportuna, ya que “hay casos tan drásticos que en poco tiempo una persona puede llegar a la fatal decisión de quitarse la vida”.
Ponderó que el Ministerio de Salud Pública haya asumido la salud mental como una de sus prioridades, ya que casi nunca se asume la depresión como una enfermedad, tal y como ocurre con otras consideradas catastróficas, como los diferentes tipos de cáncer.
Dijo que cuando la fundación que preside comenzó a operar, en apenas 15 días su página web tenía cerca de 4,000 seguidores, lo que a su juicio demuestra la necesidad que tienen las personas bajo depresión de expresarse y ser escuchadas.
Consideró que el suicidio quiebra todo el entorno familiar y social, por lo que propuso llevar los temas de salud mental, como la depresión, a las escuelas, colegios y universidades mediante charlas, talleres y otros mecanismos que permitan orientar tanto a padres como estudiantes.
Refiere que recientemente expuso sobre la experiencia que vivió en una universidad de Guadalajara, en México, donde le sorprendió el interés de los jóvenes por el tema y la madurez que exhibieron, obviando las preguntas morbosas.
Citan los avances en salud mental
El director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Nelson Rodríguez Monegro, destacó que República Dominicana, como miembro del consejo directivo de la OMS, fue que presentó junto a Suiza la moción para que la depresión y la demencia se declararan como prioridades en el sector salud.
Citó que ha habido una serie de acciones tangibles en salud mental que incluyen la transformación del antiguo manicomio en el Centro de Rehabilitación Psicosocial y tener asistencia en esa área en los hospitales mediante las Unidades de Intervención en Crisis (UIC).
Rodríguez Monegro indicó que ya existen UIC en los hospitales Darío Contreras, Francisco Moscoso Puello, Jacinto Mañón, Vinicio Calventi y la infanto-juvenil del Santo Socorro, en el Gran Santo Domingo, así como en los hospitales de San Pedro de Macorís y San Cristóbal.
El funcionario precisó que próximamente serán inauguradas las de Barahona, Santiago, San Pedro de Macorís, Higüey, San Juan de la Maguana y la del Hospital Salvador B. Gautier, pues el objetivo es que exista una por cada región de salud.
“La diferencia es que ahora, aparte de haber toda una política en salud mental, se está ejecutando y se le está dando seguimiento a esa política que transforma todo el sistema de asistencia con respecto a la salud mental”, afirmó Rodríguez Monegro.
El director del SNS refirió que el próximo paso es la capacitación del personal de las Unidades de Atención Primaria (Unap) para también brindar atención a pacientes con diversos trastornos mentales en ese nivel, a fin de que sean capaces de detectar el problema, poder manejarlo o referirlo a un especialista.
“En el tema de salud mental creo que nosotros estamos avanzando a pasos agigantados, que ya quisiéramos en otras áreas del ámbito de la atención poder desarrollar ese mismo sistema”, añadió.
Las autoridades sanitarias citaron la trascendencia de incluir la depresión en la atención en las Unidades de Atención Primaria, llevando ese servicio al primer nivel de asistencia, dentro de la estrategia cierre de brecha, donde el personal tiene la posibilidad de identificar los casos de depresión en las familias a su cargo, así como la elaboración de protocolos de atención; puesta en marcha de un observatorio sobre el suicidio, y la organización de los servicios de psicología y psiquiatría.
Se ha establecido una estrategia donde se identifican las personas con enfermedades mentales que deambulan en las calles, para tratarlas, estabilizarlas y luego incorporarlas a sus hogares. Además se incluirá el tema de la depresión en la estrategia de educación en salud que se lleva a cabo en las escuelas.