Por: Narciso Acevedo
El miedo, la impotencia y la desesperación se ha apoderado de los residentes en esta ciudad y la región del nordeste que diariamente sufren las consecuencias de la ola delincuencial que no da tregua, reportándose que en muchos de los casos los responsables no son apresados por la policía, y si así ocurre fácilmente son puestos en libertad por quienes manejan la justicia.
Diariamente la policía en el Comando Regional Nordeste informa de algunos tipos de robos en las diferentes manifestaciones como son de penetración a residencias, sustracción de motocicletas, vehículos, atracos, a bancas de loterías, y lo más penoso de la situación son las muertes de ciudadanos por parte de elementos desconocidos que azotan a la región nordeste por completo cometiendo sus fechorías.
Esta situación ha generado preocupación en los diversos sectores de la población donde los ciudadanos se ven en la obligación de tener que llegar temprano a sus hogares, pues en horas de la noche la ciudad se convierte en un “cementerio de hombres vivos”. ya que nadie se atreves a transitar por sus desoladas calles.
El tema de la ola delincuencial es el pan de cada día, ya que no hay horarios para que sus operadores dejen en paz a los ciudadanos, decenas de mujeres son atracadas para sustraerles su cartera, teléfono celular o cualquier tipo de pertenencias que pueda ser de beneficio para los delincuentes.
“Yo iba por la avenida Libertad y venían dos tipos en un motor me halaron la cartera y luego me encañonaron y me pidieron que les entregara mi cartera y no me quedo más nada que hacerlo, pues regresaba de la universidad en horas de la noche y el área estaba totalmente desolada” dijo la joven Maria Encarnación.
Los padres de familias han tenido que convertirse en guardianes permanente de sus hijos, muchos de los cuales se ven en la obligación de tener que ir a llevarlos y a buscarlos a los centros docentes, principalmente en las Universidades para evitar ser atacados por los facinerosos que se han adueñado de nuestra ciudad.
Los residentes en las principales urbanizaciones se han vistos en la obligación de tener que colocar cámaras de vigilancias como medida de protección, pero muchas veces son arrancadas por quienes cometen los hurtos.
La comunidad ha perdido la capacidad de asombro pues ya el conocer sobre un hecho delincuencial ha dejado de ser noticia, ya que los robos, y los atracos están a la orden del día, y los ciudadanos solamente sienten pánico cuando se ven en la obligación de salir a las calles en horas nocturnas o temprano de la mañana.
Los centros de diversión nocturnos que en el pasado era notorio observan la gran cantidad de personas que visitaba los mismos, hoy lucen desiertos, lo que está provocando pérdidas millonarias en su producción, algunos de los cuales sus propietarios han determinado cerrar sus puertas.
En los últimos días varias personas han sido ultimadas por desconocidos y para poner un ejemplo se cita el caso de un hombre que se encontraba vacacionando en el centro turístico “Rancho Don Lulu” que fue asesinado por desconocidos quienes penetraron a ese lugar y le dieron muerte, desconociéndose hasta el momento si la policía ha logrado apresar a los responsables de darle muerte al señor Julio Ramirez mejor conocido como Moreno de 64 años quien acostumbra a visitar el lugar cuando regresaba de Los Estados Unidos.
Otro hecho que ha llenado de consternación fue la muerte del señor Emilio de Jesús Santos.
Residente en una comunidad de Salcedo, donde varios hombres armados fueron atracarlo y le dieron muerte, desconociéndose hasta el momento si la policía ha logrado apresar a los responsables.
También la semana pasada fue ultimado por desconocidos el señor Ramón Antonio Perez de Jesus de 44 años residentes en la comunidad de Madeja, donde varios hombres armados penetraron a su vivienda y lo mataron a balazos.
La delincuencia no da tregua ni siquiera a las autoridades policiales donde algunos de sus miembros han caído de manos de delincuentes, reportándose que algunos agentes de la institución han solicitado la baja pues no quieren caer en mano de los perversos que mantienen alarmada a la población.
Desde los municipios de Pimentel, Las Guaranas, Castillo, Hostos, Villa Riva, y Arenoso, se ha reportado la misma situación que impera en esta ciudad.
En esas poblaciones los agentes policiales operan en condiciones inhumas, ya que están alojados en abandonadas casas que no cuentan con las mínimas condiciones para operar, sin que se hable de planes para mejorar los destacamentos de la región.
Algunos señalan que la falta de agentes policiales en la zona para combatir la delincuencia puede ser uno de los motivos principales, señalando el caso del municipio de Hostos, donde su número de agentes no llega a cinco, y los pocos que tiene el destacamento operan en una abandonada casa, igual se reporta en la zona del bajo Yuna donde los agentes no cuentan con la mínima condiciones para operar.
El comando regional nordeste es dirigido por el general de brigada Ramon Ciriaco Nuñez quien tiene la responsabilidad de dirigir las provincias Duarte, Maria Trinidad Sanchez, Hermanas Mirabal, y Samaná, policialmente hablando, y desde esta provincia también se reportan los hechos delincuenciales.
Diariamente el departamento de Relaciones públicas de la policía en el referido comando ofrece un informe de la ocurrencia de hechos delictivos, reportándose que en los casos de muerte muchas veces no se reporta de responsables.
Frente a esa situación la población tiene esperanzas de que el director de la policía Nacional general de brigada Nelson Peguero Paredes pondrá los correctivos de lugar para disminuir a su mínima expresión los hechos delincuenciales que afectan a toda la región nordeste.