El capitán James, de Los Angeles Lakers, igualará el récord absoluto del también angelino Kobe Bryant con 15 participaciones como titular en el All-Star Game, y quiso rodearse para la ocasión de astros de la talla de Kevin Durant (Warriors), Kyrie Irving (Celtics) y Kawhi Leonard (Raptors), todos ellos titulares, además de Anthony Davis (Pelicans) o Klay Thompson (Warriors), que partirán desde la banca.
Todos forman parte de la élite de la liga. Pero menos en el caso de Davis, que quedaría libre en 2020 y es objetivo prioritario para los Lakers, los demás tienen otra cosa en común: serán agentes libres este verano boreal.
“He elegido a los mejores jugadores disponibles”, se defendió James ante los que lo acusan de intentar reclutar a alguno de sus compañeros All Star.
El estelar alero de los angelinos acudirá a Charlotte con la misión de seguir demostrando a todos que sigue siendo el mejor jugador de la NBA y, además, buscará convencer a algún colega para que se anime a luchar por el próximo campeonato junto a él en la franquicia californiana.
Y es que los Lakers están actualmente fuera de los puestos de playoffs al ocupar la décima posición en la Conferencia Oeste, con un balance de 28 victorias y 29 derrotas.
“Debemos mejorar ostensiblemente”, previno el triple campeón de la NBA, “de vacaciones” desde el tropiezo de los suyos el miércoles ante los Atlanta Hawks.
“Todos vamos a hacer descompresión y alejarnos un poco del básquetbol para reencontrar la frescura mental y física y volver estando convencidos de que vamos a disputar los playoffs”, agregó James.
A sus 34 años, LeBron aprovechará el All-Star para buscar ayuda.
Los Curry, en casa
Mientras, enfrente, James chocará contra el que le ha ganado tres de las últimas cuatro finales: Stephen Curry. El base de Golden State, que creció y conoció a su mujer en Carolina del Norte, se sentirá como en casa, rodeado de sus amigos y de su hermano Seth (Trail Blazers), contra el que participará también en el concurso de triples el sábado.