BAJO YUNA.- En las turbulentas aguas del río Yuna, donde la corriente desafiaba a los valientes, emergió un héroe entre los pobladores del Bajo Yuna: José Antonio Paredes, conocido como Jack Veneno. Su valentía se convirtió en un faro de esperanza durante las inundaciones de noviembre de 2023.
La fatídica mañana del domingo 19 de noviembre, mientras la autovía del nordeste que comunica a Santo Domingo y Samaná se veía engullida por las aguas crecientes, José Antonio no dudó en lanzarse al rescate cuando vio a tres personas siendo arrastradas por una chorrera del río Yuna, cuya fuerza carcomía los extremos de la vía y con contundente espíritu revestía toda su superficie. Con arrojo y determinación, se abalanzó hacia el peligro, decidido a salvar vidas.
Con ingenio y coraje, utilizando un improvisado cajón de nevera junto a otro joven, logró rescatar a dos de los afectados, arriesgando su propia vida en el proceso. Aunque no pudo salvar a la tercera persona, Rubí Esmarlin Duarte Fabián, no escatimó esfuerzos en la búsqueda de su cuerpo, demostrando su dedicación y solidaridad con la comunidad.
Su acto heroico no pasó desapercibido. El ministro administrativo de la presidencia, José Ignacio Paliza, junto con otras autoridades, visitó a José Antonio y le autorizó la construcción de una vivienda digna, como reconocimiento a su valentía y servicio a la comunidad.
“Jack Veneno es un héroe de este proceso. De las bonitas historias que hay dentro de un drama muy difícil que vivió el Bajo Yuna”, expresó Paliza el día 24 de noviembre cuando visitó la comunidad para conocer los daños causados por las devastadoras inundaciones.
A pesar de las dificultades y algunas fallas en la construcción, el señor Paredes expresó su gratitud por su nuevo hogar, mientras se mantiene a la espera de que sea amueblado y entregado. Su humildad y generosidad quedaron patentes cuando mencionó la necesidad de que su pariente, Mariano Mercedes Morales, también recibiera ayuda, ya que su vivienda estaba en condiciones paupérrimas.
“Hay que hacer el bien y no mirar a quien, porque yo no pienso en que aquel se pueda joder, yo pienso en mí y en mi familia”, expresó José mientras narraba cómo maniobró para realizar el rescate de los sobrevivientes.
Jack Veneno, hombre de corazón noble y espíritu altruista, dedica sus días a la pesca en el río Yuna, en donde ha desarrollado su destreza en la natación. Para él, servir a los demás es más que un deber, es su razón de ser.
El héroe, cabeza de hogar, quien también se dedica a la crianza de cerdos, continúa a la espera de que el Plan de Asistencia Social de la Presidencia de la República Dominicana surta de ajuares su casita, para poder disfrutar de la misma en compañía de su esposa y sus hijos.
Aunque la vida en ocasiones presenta desafíos y obstáculos, personas como José Antonio Paredes, con su entrega y bondad, iluminan el camino de esperanza y solidaridad en tiempos de adversidad. Su valentía perdurará como un legado de amor y sacrificio en la memoria de su comunidad y del país entero.