SANTO DOMINGO.- El expresidente Leonel Fernández se encuentra en una situación difícil que lo induce a romper el silencio, luego que el expresidente Hipólito Mejía y el actual presidente Danilo Medina se refirieran al espinoso caso de la Obedrecht.
Mejía, Fernández y Medina ocupaban y ocupan el solio presidencial en los periodos identificados (2001-2014) en que la Odebrecht pagó 92 millones de dólares a funcionarios para obtener la concesión de obras.
El silencio, que siempre ha sido buen aliado de los políticos, en este caso no lo es para Fernández puesto que cada día se incrementan las exigencias para que se refiera al debate desatado por la presencia de la empresa brasileña considerado el mayor hecho de corrupción en la historia del país.
La situación es comprable con el caso del exconvicto por narcotráfico Quirino Ernesto Castillo Paulino, quien le reclamaba el pago de una presunta deuda millonaria y el exmandatario se vio compelido a emitir una respuesta para esclarecer su situación ante la opinión pública.
Mejía en su discurso del lunes 6 de marzo prácticamente retó al expresidente Leonel Fernández a que hablara sobre los contratos suscritos durante su mandato con la empresa brasileña.
Tanto Medina como Mejía defendieron su honorabilidad en el caso e incluso retaron a que se demuestre lo contrario.
“Quiero, para finalizar, con toda la firmeza que el caso demanda, que no tengo nada que ocultar sobre mi conducta como figura pública”, dijo el exmandatario.
“Reto a cualquier persona que, si puede demostrar de manera cierta y veraz, que en el ejercicio de mis funciones públicas en mis actividades privadas, tanto mi esposa, mi hermana y mis hijos, como yo, cometimos algún acto de corrupción, estoy en disposición de retirarme de la vida política y entregar mi patrimonio al Estado”, sentenció.
En esa misma tónica Medina emplazó a cualquiera a demostrar que recibió un centavo a para financiar su campaña electoral del 2016 y afirmó que no necesitaba recursos de Odebrecht.
Fernández, quien aspira de nuevo a la Presidencia de la República, se encuentra en un momento difícil, pues lo que ocurra en con el caso Odebrecht pudiera afectarle.
“Yo lo que quisiera – agregó- es que alguien me imputara, que alguien pudiera probar que la campaña de nosotros recibió un centavo, que alguien lo pudiera probar, lo emplazamos a cualquiera, incluso al señor que dijo eso desde allá (Hilberto Silva), que pueda demostrar que la República Dominicana recibió un centavo para esa campaña, no lo necesitamos, el pueblo apoyó nuestra candidatura en el 2012 y el pueblo la financió”.
También en su alocución del 27 de Febrero pasado anunció su decisión de investigar el caso de la Odebrech en el país sin respetar que en el mismo haya vacas sagradas.
De los 17 contratos que se alega son cuestionados, dos corresponden a la ejecución de Mejía, nueve a en el gobierno de Leonel Fernández y seis en la ejecución de Medina.
Con nueve que se atribuyen se ejecutaron durante su administración, constituyen un gran peso, por lo que debiera tener cuestiones importantes que responder a la justicia.
La encrucijada
Fernández, quien aspira de nuevo a la Presidencia de la República, se encuentra en un momento difícil, pues lo que ocurra con el caso Odebrecht pudiera afectarle.
Cada día recibe más presión para que se refiera a los hechos que tienen que ver con la Odebrecht. Ya varios de los que fueron funcionarios de su gestión administrativa como Víctor Díaz Rúa actual, secretario de Finanzas del partido oficial y exministro de Obras Públicas y Freddy Pérez, entre otros fueron interrogados por la Procuraduría General de la República.
La encrucijada para Fernández está en la presión para que se refiera al tema, pero si no satisface las aspiraciones de la opinión pública crearía un efecto contraproducente.